Si hacemos un inventario de las unidades alojativas que ponen a disposición de los turistas los diferentes campings de España nos daremos cuenta de que el parque está francamente obsoleto, tanto por las líneas arquitectónicas como por la antigüedad de las unidades.
La calidad percibida depende de la comodidad y de la experiencia del turista. Pensemos que vamos a pasar una semana viviendo dentro de estas casetas o mobil-home, donde el aislamiento térmico y sonoro es prácticamente inexistente y las habitaciones son reducidas y no invitan a pasar las vacaciones dentro de ellas.
Hasta ahora se pensaba que con esto era suficiente, pues se comparaban con las tiendas de campaña o con las antiguas caravanas, ya que se pensaba sólo en el campista, no en el turista de forma global.
Pero hoy en día esto no tiene sentido, pues las posibilidades de disfrutar de la Naturaleza en una buena vivienda son reales y asequibles. El contexto ya no es el camping, sino el turismo en la Naturaleza, donde compiten hoteles rurales, casas rurales, apartamentos turísticos de playa y montaña, y recientemente el hotel con vistas que es Vivood.
El turista quiere comodidad y confort, el mismo que encontraría en un hotel, mientras que la mayoría de los campings ofrecen casetas destartaladas con un concepto de mínimos, renunciando voluntariamente al cliente global, al turista no campista que busca el contacto con la Naturaleza y los paisajes hermosos, o la playa a tiro de piedra.
Es una pena que los campings, contando con el emplazamiento, que es la mayor ventaja en este segmento de turismo, la pierdan por un concepto antiguo de enfocar el negocio, un concepto espartano de entender el turismo que cada vez tiene menos adeptos y que se identifica con personas de bajos ingresos y turismo de último recurso. Cuando podría ser todo lo contrario.
Invertir en buenos alojamientos y en servicios adecuados para el turista siempre generará un retorno superior al que se obtiene ofreciendo parcelas y casetas de supervivencia.
En Cataluña hay campings que ya han apostado por un concepto de resort y de calidad en los alojamientos que hacen palidecer a los que aún siguen anclados en el viejo concepto de baja inversión y bajo retorno, y pensamos que en los próximos años los mejores campings apostarán por mejores unidades para poder acceder al turista no campista de rentas más altas. En Alicante contamos con dos campings de referencia dentro del modelo Camping Resort: El Marjal y La Marina, donde el nivel de servicios ofrecidos al cliente no desmerece, más bien supera, al de cualquier hotel vacacional.

Camping Sangulí, Salou (Tarragona).
Las suites de hotel o los apartamentos vacacionales son replicables dentro de un camping con construcción industrial, mejorando los niveles de confort de las actuales casetas o cabañas, y accediendo a los turistas que ahora ni se plantean pasar las vacaciones en un camping.
Las instalaciones son mejores, más cómodas, pensadas para que el turista disfrute de su estancia dentro y fuera de la suite, con camas más amplias, con elementos experienciales dentro de la vivienda que hagan su estancia memorable y que por tanto mejoren la repetición de las estancias(yo no creo en la fidelidad, creo en las repeticiones por interés mutuo) y de las recomendaciones entre clientes.
Por eso pregunto, ¿Dónde quieres pasar las vacaciones, en una caseta obsoleta o en una suite en la naturaleza?
